lunes, 1 de agosto de 2011

Master·evangeli.net

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Día litúrgico: Lunes XVIII del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Mt 14,13-21): En aquel tiempo, (…) al atardecer se le acercaron los discípulos diciendo: «El lugar está deshabitado, y la hora es ya pasada. Despide, pues, a la gente, para que vayan a los pueblos y se compren comida». Mas Jesús (…) ordenó a la gente reclinarse sobre la hierba; tomó luego los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición y, partiendo los panes, se los dio a los discípulos y los discípulos a la gente. Comieron todos y se saciaron (…).

Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) ( . , Vaticano)

El "pan" y la "bendición" en la Eucaristía

Hoy destacan dos elementos muy propios de la Eucaristía. Primero: para instituir la Eucaristía Jesucristo elige el "pan", porque es como una imagen de la pasión. El pan presupone que la semilla —el grano de trigo— ha caído en la tierra, "ha muerto", y que de su muerte ha crecido la nueva espiga. El pan terrenal puede llegar a ser portador de la presencia de Cristo porque reúne en sí "muerte" y "resurrección".

Segundo, la "bendición". Se nos dice que Jesús tomó pan y pronunció la bendición (y la acción de gracias). No se come sin dar las gracias a Dios por el don que Él ofrece. Las palabras de la institución están en este contexto de oración; en ellas, el agradecimiento se convierte en bendición y transformación: finalmente, Cristo es Él mismo el "pan de vida" que se nos ofrece como alimento espiritual.

—Bendito seas por siempre, Dios del universo, porque en el nuevo "maná" te nos entregas mediante el amor acogedor del Hijo.