domingo, 31 de julio de 2011

Master·evangeli.net

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Día litúrgico: Domingo XVIII (A) del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Mt 14,13-21): En aquel tiempo, (…) vio Jesús el gentío, le dio lástima y (…) mandó a la gente que se recostara en la hierba y tomando los cinco panes y los dos peces alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.

Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) ( . , Vaticano)

Sacramento de la Eucaristía (la Misa)

Hoy, con la multiplicación de los panes y peces, Jesucristo anuncia algo grande: la Misa. En ella, su Cuerpo y su Sangre —amorosamente "partidos" en la Cruz— los "reparte" ahora como "Pan" y "Bebida", para alimentar nuestra vida sobrenatural. En la Eucaristía, el gesto tan humano de "partir" para "repartir" adquiere una profundidad inédita: Jesús mismo se nos entrega. ¡Es lo más grande del mundo!

La "primera Misa" fue la Última Cena. Jesucristo cumplió lo que había dicho en el discurso del Buen Pastor: "Nadie me quita la vida, sino que yo la entrego libremente". Se le quitará la vida en la Cruz, pero ya entonces Él mismo la estaba ofreciendo. En la Última Cena —instituyendo la Eucaristía— nos "regala" el dolor de la Cruz, transformando su muerte violenta en un acto de libre entrega por otros.

—Señor, gracias te sean dadas por la Eucaristía. En ella nos beneficiamos de tu hospitalidad: Tú nos recibes en tu Hijo Jesucristo crucificado y resucitado.