lunes, 12 de diciembre de 2011

Master·evangeli.net

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Día litúrgico: Lunes III de Adviento

Texto del Evangelio (Mt 21,23-27): En aquel tiempo, Jesús entró en el templo. Mientras enseñaba se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo diciendo: «¿Con qué autoridad haces esto? ¿Y quién te ha dado tal autoridad?» (…).

Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano)

Jesús: "Un profeta como Yo"

Hoy, intrigados, los sumos sacerdotes y ancianos cuestionan la elevada y enérgica autoridad que manifestaba Jesucristo. Ya desde antiguo, el "Libro del Deuteronomio" no prometía un rey de Israel y del mundo (¡un nuevo David!), sino un "nuevo Moisés". Es decir, se anunciaba un "profeta" tal como sólo los había en Israel: no un adivino del futuro, sino alguien que mostrara el rostro de Dios y, con ello, el camino que debemos tomar.

También en el "Deuteronomio", Dios promete a Israel "un profeta como Yo" (18,15). Era el anuncio de algo grande: un "nuevo Moisés". Lo verdaderamente decisivo de Moisés —prodigios aparte— es que habló con Dios, como con un amigo. Pero Moisés no vio el rostro de Dios, sino sólo su "espalda" (Dt 33,23). El acceso inmediato de Moisés a Dios —que le convierte en el gran mediador de la Alianza— tenía sus límites.

—Jesús, como "nuevo Moisés", nos revelas plenamente al Padre y eres el mediador de la Nueva Alianza. ¡He ahí el origen de tu autoridad!