miércoles, 19 de octubre de 2011

Master·evangeli.net

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Día litúrgico: Miércoles XXIX del tiempo Ordinario

Texto del Evangelio (Lc 12,39-48): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa. También vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre» (…).

Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano)

La somnolencia de los discípulos y el poder del mal

Hoy, el llamamiento a la vigilancia aparece con una urgencia muy inmediata. Había sido ya un tema central en el anuncio en Jerusalén, pero apunta anticipadamente a la historia futura del cristianismo. La somnolencia de los discípulos sigue siendo a lo largo de los siglos una ocasión favorable para el poder del mal.

Esta somnolencia es un embotamiento del alma, que no se deja inquietar por toda la injusticia y el sufrimiento que devastan la tierra. Es una insensibilidad que prefiere ignorar todo eso; se tranquiliza pensando que, en el fondo, no es tan grave, y así puede permanecer en la autocomplacencia de la propia existencia satisfecha. Pero esta falta de sensibilidad de las almas, tanto por lo que se refiere a la cercanía de Dios como al poder amenazador del mal, otorga un poder en el mundo al maligno.

—Ante nuestros espíritus adormecidos, Tú, Señor dices de Ti mismo: "Me muero de tristeza". Yo te respondo: ¡Quiero velar contigo!